Sadako
Sasaki vivía en Hiroshima y tenía tan solo dos años cuando cayó la bomba
nuclear, aunque al principio no parecía que hubiera sufrido grandes secuelas de
este terrible hecho, diez años más tarde (cuando tenía 12 años) a
consecuencia de la radiación nuclear sufrida durante aquel largo periodo
los médicos le diagnosticaron leucemia. Mientras Sadako estaba en el hospital
tratando su enfermedad su amiga Chizucho le contó una antigua historia sobre
unas grullas de papel. Esta historia explicaba que si una persona deseaba algo
con mucha fuerza y construía 1.000 grullas de papel (papiroflexia), los dioses
le concederían ese deseo que tanto anhelaba.
Sadako
esperanzada en poder cumplir su deseo de recuperarse se propuso construir las
1.000 las grullas de papel que la leyenda decía. Aunque luchó con todas sus
fuerzas en 1955 la enfermedad pudo con ella y no consiguió terminar las 1.000
grullas, quedándose en 644. Simbólicamente, sus amigos continuaron la misión y
completaron las mil grullas, con la esperanza de que se evitaran las guerras en
el futuro y se consiguiera la paz entre todos los países del mundo. Tres años
más tarde de la muerte de Sadako, los niños de toda la ciudad de Hiroshima le
dedicaron una estatua de ella con una grulla sobre sus manos.
La estatua
se encuentra situada en el Parque de la Paz de Hiroshima.
Grulla estática
Grulla dinámica
Grulla volumétrica